lunes, 19 de octubre de 2009

fotos del LANZAMIENTO DEL LIBRO POEMAS DE AMOR

INVITACIÓN AL LANZAMIENTO DEL LIBRO POEMAS DE AMOR contando con la presencia de Arnoldo Palacios

encontrado en:http://www.piedadcordoba.net


ComunicadosINVITACIÓN
POEMAS DE AMOREl Secretario de Cultura del Departamento del Valle, Saturnino ‘Nino’ Caicedo Córdoba, presentó en Cali y ahora en Bogotá su libro "Poemas de amor".

Escritor de cuentos y compositor de canciones desde su infancia, Saturnino ‘Nino’ Caicedo abre una nueva página de su obra literaria para publicar su libro de poemas de amor, que fue prologado por Lisandro Duque, reconocido director de cine y catedrático.
Durante el lanzamiento del libro Poemas de amor, Caicedo Córdoba ha llevado sus composiciones a diversos países con orquestas como Guayacán con la que fue nominado a premios nacionales e internacionales como el Billboard.
Lanzamiento libro "POEMAS DE AMOR"
BOGOTA
Día: jueves 17 de septiembre
Hora: 7:00 pm
Lugar: Museo de Bogotá. Casa Virrey Sámano
Dirección Carrera 4 No. 10 – 18
RSVP. 3823318

Sostiene Palacios Por Sergio Zapata León, en revista Semana, junio del 2006




Retrato de Arnoldo PalaciosCada tanto, el escritor Arnoldo Palacios deja Francia para pasar una breve temporada en Colombia. Su novela Las estrellas son negras, publicada después del Bogotazo, en 1949, y reeditada por el Ministerio de Cultura, es una de las grandes olvidadas de la literatura nacional. Arcadia conversó con él.
Martes 20 Junio 2006

Arnoldo Palacios asegura que escribió Las estrellas son negras porque no pudo entrar a los periódicos y a las revistas del mundo intelectual de su época. Entonces pensó que en lugar de hacer toda una carrera, en lugar de escribir crónicas y artículos, escribiría una novela con la que acortaría todo el camino de una sola vez. Tenía veintitrés años, unas muletas que su padre Venancio Palacios le había fabricado con madera de piragua y muy poca plata.

Afirma Palacios que para salir de su natal Cértegui, el municipio chocoano que fue corregimiento hasta el año 2000, fue necesario un consenso familiar del que participaron sus siete hermanos, sus padres, familiares más lejanos y hasta los vecinos. El padre fabricó las muletas y entre la familia se reunió el dinero para enviarlo a Quibdó. Arnoldo Palacios acababa de cumplir quince años cuando llegó al colegio Carrasquilla a iniciar el bachillerato. En Quibdó no se detuvo y en 1942, un año más tarde, estaba en el Externado Nacional Camilo Torres de Bogotá. Palacios sostiene que la capital no lo sorprendió y que la encontró fría de gentes, como una invitación permanente a estar encerrado.

Durante su bachillerato en el Camilo Torres leyó literatura clásica, estudió latín y pensó por segunda vez en escribir. Palacios afirma que escribió sus primeras palabras tres años antes, cuando tenía catorce años y la prima Ana Zoila, de su misma edad, murió repentinamente. Arnoldo Palacios leyó una remembranza en el entierro de la prima y sintió que en la escritura estaba el camino. En 1948 recorrió el Chocó, el Valle del Cauca, Cali, y por ese camino llegó a Medellín. Dice Palacios que mientras buscaba trabajo en los periódicos y estaba en andanzas con ojos literarios, escribía su novela. En un incendio del 9 de abril lo perdió todo, incluso el manuscrito. Los amigos lo sentenciaron: “Bueno, Palacios, hay toque de queda, así que tienes el tiempo para volverla a escribir”. Arnoldo Palacios confiesa que le tomó tres semanas de encierro. Aprendió de ese incendio que el autor no puede apegarse a su obra, que la obra se va y el escritor sólo cuenta con su capacidad creativa. Cuando la tuvo lista se la dejó a Clemente Airó, quien la publicó en la Editorial Iqueima mientras Palacios viajaba. La novela salió a la venta en mayo y a finales de agosto Arnoldo Palacios volaba con destino a Cartagena, en busca del barco que lo iba a llevar hasta París.
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Ha dicho Palacios que en la escritura hay que buscar la economía de palabras. Esa intuición le viene del habla de su raza, que él considera es la misma que se usaba hace quinientos años. Según Palacios, esa lengua que parece un dialecto se ha conservado intacta debido al analfabetismo, porque el negro no lee ni escribe: habla todavía como el amo español.

Las estrellas son negras es una muestra de esa máxima, que Palacios afirma haber aprendido con el estudio del latín. Ha dicho también que la posibilidad de éxito en una obra literaria está dada por su capacidad para recrear el futuro, en su intento por volverse eterna. Cuando Palacios escribió Las estrellas son negras abrió la primera página con la descripción del boga en el que ha terminado por convertirse:

Él, con más de ochenta años de edad, cabeza pequeña, calvicie reluciente en su cráneo negro chocolatoso, orlado de cabello motoso hacia las orejas y la nuca, cara huesuda, sienes y mejillas hundidas; una mirada apacible emanaba de ojos pardos, oscuros y profundos. Su nariz chata dejaba escapar unos pelitos que se entrelazaban al áspero bigote amarillento, empapado de sudor. Los labios gruesos, salivosos, se mantenían abiertos, mientras cuatro dientes curtidos mordían el cabo de madera de la pipa de barro.

El Palacios de ahora, contrahecho, con 82 años y dos bastones ingleses que le ayudan a soportar su peso, lleva el pelo algodonado, el cráneo achocolatado, los mismos pelitos que salen de la nariz para enredarse en el bigote y los labios salivosos, gruesos y abiertos en la explosión que es su sonrisa cada vez que alguien alude a un evento de su vida pasada. La poesía también le sirvió para economizar palabras y robustecer sus relatos. La cadencia y el ritmo llegaron del habla negra.

Arnoldo Palacios cuenta que el barco se llamaba Jagello y era de bandera polaca. Después de publicada la novela se candidatizó para una de las dos becas que había para el departamento del Chocó y dice Palacios que no se dio cuenta de nada, sólo de que la otra beca la ganó un blanco que había nacido en Quibdó. Se iba para Francia. Cuando bajó del avión en Cartagena, Palacios recuerda que García Márquez le hizo una nota de despedida en el diario El Universal. En el barco se hablaba polaco, así que tuvo que permanecer callado todo el viaje.

Recuerda Palacios que París le pareció fea. Un poco como Bogotá. Comenzaba el otoño, había desembarcado en Cannes y no sabía una palabra de francés. Luego de tomar el tren llegó a París y buscó la Sorbona. Allí todo estaba listo para él. Tomó cursos de literatura clásica, contemporánea, fonética con la mama de Dios, dice Palacios, el profesor Fouchet, quien firmó su diploma.
Palacios afirma que siempre se quiso ir, evadirse como Irra, el personaje central de su novela:

Irra cruzó la vía, saturado de tales visiones. La playa colmada de bañistas. El río sereno… Agradable navegar. Sí. Debía irse a Cartagena. En Cartagena cambiaría su vida. Calor sofocante. Se palpó la cara sudorosa; en la espalda sentía la camisa sudorosa, pegajosa. Iba a bañarse él también. Debía estar muy confortable el agua. Racimos de muchachas. Se torció el estómago. ¡Qué hambre! ¡Bendito sea Dios! ¿Cómo poder admitirse que Dios fuera tan…? ¡Que se vaya a la porra con su religión y sus curas embusteros, que se mantienen engañando y robando a los pobres!

Como Irra, o Israel, Palacios necesitaba salir de Quibdó. Y su hambre y la ira lo obligaron a intentarlo en sus deseos. Para Palacios el futuro estuvo siempre atravesado por sus sueños, que vio cumplidos todos, según dice. De París saltó a Varsovia, invitado como vocero de Colombia al Congreso de la Paz que se celebró en 1950. El discurso que leyó en Varsovia le costó la beca. Dice Palacios que gritó: “esto es un hombre, esto es un colombiano”, y la emprendió como Irra, contra todo orden establecido. Recuerda que estrechó la mano de Shostakovich y tuvo como guía en Polonia a Roman Polanski.

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Sostiene Palacios que caminaba por una calle de Montparnasse durante la noche. Un hombre distinguido detuvo su automóvil y se bajó del carro explicándole a la mujer que lo acompañaba que ese joven que usaba muletas tendría que resignarse a dejar de caminar cuando su cuerpo ya no tuviera la energía suficiente para soportar su peso. El hombre le dijo, cuenta Palacios, que debía buscar la manera de mejorar. Le entregó un periódico con una anotación en las márgenes. Dice Palacios que esa noche no logró dormir pensando en la escena y al día siguiente buscó la dirección escrita en el periódico. En el hospital ortopédico Raymond Poincaré recibió atención y el cirujano que lo había abordado en la calle operó sus piernas. Hasta ese momento, cuenta Palacios que había hecho esfuerzos por no volar en sus recorridos por Quibdó y el resto de Colombia, porque las muletas de su padre las apoyaba en las axilas y encontraba un puntico de apoyo con el pie izquierdo: la pierna derecha era seis centímetros más corta y no le daba para tanto.

Arnoldo Palacios afirma que ha seguido escribiendo pero no revela el paradero de su obra. Sostiene que siempre le ha interesado atrapar en ella la vida viviente. Escribió y escribe a mano porque de esa forma está más cerca del pensamiento y de la escritura y Palacios ante todo se considera un calígrafo. Dice haber leído mucho sobre su última novela, Buscando mi Madrededios, pese a no haberla publicado, y celebra con modestia que el nombre Arnoldo Palacios figure en la Enciclopedia Mundial de Literatura. Afirma Palacios que la Madrededios es un término que usa su gente para referirse al medio de subsistencia. Creyó haberla encontrado cuando recibió la Cruz de Boyacá, en 1998, pero Palacios sostiene que esa distinción no da plata. Ha recibido numerosos reconocimientos por su obra, el Ministerio de Cultura reeditó Las estrellas son negras en ese mismo año y tuvo la oportunidad de fundar una asociación de estudios sobre el Chocó.

Arnoldo Palacios dice haberse mantenido vivo gracias a que escribe en castellano. Sostiene que lo esencial es escribir y no la preocupación por publicar. No hace borradores. Escribe definitivo. Y alguna vez encontró una afirmación de Charles Baudelaire en la que entendió que el poeta estaba de acuerdo con él: “escribe tus borradores como si fueran definitivos”. Palacios asegura que hasta que el autor no esté convencido sinceramente de lo que ha escrito no debe dejarlo y por eso nunca habla de la edad, o de la muerte, o de la plata. Sostiene que lo más seguro son los amigos y que en el Chocó está su fuerza. Arnoldo Palacios escribe siempre sobre el Chocó. Palacios vive atrapado en el tiempo del Chocó.

Afirma que escribir novelas le ha servido para representar la vida humana, los intereses del hombre y su ambiente. En 1998, cuando estuvo en Bogotá, alguien le dijo que le iba a mostrar a Irra. Palacios sostiene que eso sólo pudo suceder gracias a que escribió una novela, en la que el lector puede entrar completo y sentirse libre. Cada página de Las estrellas son negras, cada párrafo, sostiene Palacios, está completo.

Siendo muy niño a Palacios lo atacó la poliomielitis. Dice que hoy es un recuerdo más que le quedó de su madre Magdalena. Ella contaba que su hijo tenía dos años cuando cayó enfermo. El recuerdo se le ha quedado marcado en dos grandes callos junto a los nudillos de sus pulgares. Cuando viajó a París llevaba en mente la influencia de Francia en América, sobre todo por la Revolución Francesa, ahora encuentra que París y su gente inventa cosas para mantenerse ocupada. Cada cierto tiempo regresa a Colombia y no pierde oportunidad de volar al Chocó. La Madrededios, dice después de haberla buscado en Islandia, Rusia, Polonia y Francia, no es otra cosa que conformarse con lo que tiene y con lo que ha hecho. .

noticia en embajada de Francia en Colombia

Homenaje a los poetas de las negritudes: Aimé Césaire y Arnoldo Palacios en Bogotá, agosto 2009



Bogotá, 5 y 6 de agosto
Gimnasio Moderno
En el marco del programa de Recuperación de la Memoria literaria Nacional, el Ministerio de Cultura y la Embajada de Francia organizaron un homenaje en torno a las obras y la vida de dos grandes exponentes de la literatura afrolatinoamericana y afrocaribeña: Aimé Césaire y Arnoldo Palacios.
Aimé Césaire, gran poeta antillano y voz de las negritudes, se vale de la palabra escrita como herramienta de reivindicación y reconocimiento culturales, afianzando en las poblaciones afrodescendientes el orgullo por sus raíces.
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Arnoldo Palacio
Arnoldo Palacios, reconocido escritor del Pacífico colombiano acogido por la nación francesa desde hace varios años, denuncia mediante su obra las condiciones adversas a las que siguen condenados los afrocolombianos y recrea un mundo y una cultura propios que hablan del valioso legado de África en América, de su aporte para la diversidad cultural que nos caracteriza.
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PROGRAMA
Bogotá, 5 y 6 de agosto de 2009 - Gimnasio Moderno

Miércoles 5
2.30pm: Palabras del Embajador de Francia en Colombia, Jean-Michel Marlaud. Palabras de la Ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno Zapata.
3pm: Ponencia: Las estrellas son negras: un clásico de la literatura afrocolombiana
Oscar Collazos, escritor nacido en Bahía Solano, Colombia. Doctor Honoris Causa en Literatura otorgado por la Universidad del Valle y profesor invitado de la Universidad Tecnológica de Bolívar, de Cartagena. Es columnista del diario El Tiempo y colaborador habitual de las revistas Soho, Diners, Semana y de otras publicaciones culturales de habla hispana. Dirigió el Centro de Investigaciones Literarias de la Casa de las Américas de La Habana, de 1969 a 1970, en reemplazo de Mario Benedetti. En 2002 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en la categoría de mejor columna de opinión. Su última novela, Rencor, ha alcanzado 5 ediciones. La ballena varada, novela juvenil traducida a varios idiomas, ha vendido, hasta la fecha, más de 200.000 ejemplares en lengua castellana. Ha publicado más de 20 libros de diversos géneros, entre los que se destacan García Márquez, la soledad y la gloria, La modelo asesinada, Batallas en el Monte de Venus.
4pm Refrigerio.
4.30pm – 6pm: Conversatorio con Arnoldo Palacios, Darío Henao y Roberto Burgos Cantor: Intimidad y libertad en la obra de Arnoldo Palacios.
Darío Henao. Phd en Lenguas y Literaturas Hispánicas, Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil. Profesor titular de la Escuela de Estudios Literarios de la Universidad del Valle, Decano de la Facultad de Humanidades de la misma institución. Dirige el periódico La Palabra y la Feria del Libro Pacífico. Es miembro y colaborador del Consejo Editorial del suplemento cultural Gaceta de El País y del Comité editorial de la Universidad del Valle.
Roberto Burgos Cantor, abogado y escritor cartagenero. Inició su carrera literaria en 1965, con el cuento La lechuza dijo el réquiem, publicado por Manuel Zapata Olivella en la revista Letras Nacionales. Su obra está conformada por nueve libros: cinco libros de cuentos –Lo amador, De gozos y desvelos, Quiero es cantar y Juego de niños–, y cuatro novelas –El patio de los vientos perdidos, El vuelo de la paloma, Pavana del ángel, La Ceiba de la memoria–. Su obra ha sido traducida al alemán, al checo, al húngaro, al francés y al marroquí.

Jueves 6 de agosto
2.30pm Ponencia: Césaire, el poeta de la palabra bella como el oxigeno naciente.
Philippe Ollé-Laprune, se ha dedicado a la gestión de proyectos culturales y editoriales. Fue consejero cultural de la Embajada de Francia en Honduras y posteriormente, fundador y director de la agencia privada Ad’Hoc para el desarrollo cultural (1988-1994). En este contexto, organizó más de 50 eventos culturales como El Mercado de la poesía en París, Las jornadas nacionales de historia en Poitiers, y diversos coloquios y ferias del libro. Dirigió la colección « Les Voies du Sud » con Éditions de la Différence entre 1990 y 1994. Fue director de la Oficina del Libro de la Embajada de Francia en México entre 1994 y 1998. Actualmente se desempeña como Director de la Casa Refugio Citlaltéptl en México y de la revista Líneas de Fuga.
3.30pm Ponencia: Haití y Aimé Cesaire, algunos elementos de su poesía
George Castera, poeta haitiano, nació en Puerto Príncipe en 1936. Después de vivir un largo período en el exilio, regresa a su país tras la caída de la dictadura de Baby Doc Duvalier. Su obra poética se publica en francés a partir de 1965. Durante su época de exilio y residencia en Nueva York, se da a conocer como un gran teórico y activista que escribe textos incendiarios contra el régimen de Duvalier. En 2007 publica la edición bilingüe de su obra Wisdom Teeth (Cordales).
4.30pm Refrigerio
5pm Proyección del documental: Elya para Césaire (subtítulos en español).
Sarah Maldoror, documentalista y cineasta nacida en la isla de Guadalupe, es una de las figuras más destacadas del cine africano y antillano. Estudió artes escénicas en París y cine en Moscú. Comprometida con la lucha y la reivindicación de la cultura africana, Maldoror ha producido una gran variedad de películas y documentales con los que pretende explorar, exaltar y “reescribir” la historia africana. Entre las más aclamadas por la crítica se encuentra su película Sambizanga, acerca de la guerra de independencia en Angola. Actualmente se halla dedicada al rodaje de un largometraje en Sur África sobre la vida de Louis Delgrès, violinista y militar martiniqués que se opuso al restablecimiento de la esclavitud propendida por Napoleón.
6pm Conversatorio con Sarah Maldoror y Sergio Becerra. La producción cinematográfica afrocaribeña y su papel en la construcción de identidad y de reivindicación cultural.
Sergio Becerra, realizador y cinematografista. Maestro en Estudios cinematográficos y Audiovisuales - Universidad de la Sorbonne Nouvelle París III, Francia. Ha sido docente de pregrado y posgrado en diferentes universidades y programas, conferencista y tallerista. Realizó la preproducción y producción de campo en La Corona (2006), documental codirigido por Isabel Vega y Amanda Micheli de Runaway Films y HBO Films que fue nominado en la categoría Mejor Documental Corto en los Oscares 2008. Actualmente ejerce el cargo de Gerente de Audiovisuales del Distrito en la ciudad de Bogotá, el cual tiene dentro de sus múltiples responsabilidades la dirección de la Cinemateca Distrital de Bogotá.
7pm Clausura

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Programa

Arnoldo Palacios
Arnoldo de los Santos Palacios Mosquera, escritor, periodista e investigador, nace el 20 de enero de 1924 en Cértegui, Chocó, zona aurífera del Pacífico colombiano.
A causa de una poliomielitis que limita la movilidad de sus piernas, empieza desde muy temprano a agudizar sus sentidos y su sensibilidad, a valerse del poder de la imaginación y de la palabra para entretenerse y para acompañarse, para crear, explorar y aprehender el mundo.
En 1943 llega a Bogotá y cursa su bachillerato en el Externado Nacional Camilo Torres. El 9 de abril de 1948, teniendo listo el manuscrito del que sería su primer libro, uno de los tantos incendios que ocasionó la sublevación del pueblo por la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, reduce su obra a cenizas. Tras la juiciosa reescritura de la misma, la Editorial Iqueima publica en 1949 Las estrellas son negras.
Meses después, Palacios obtiene una beca para estudiar lenguas clásicas y literatura en la Universidad de la Sorbona en Francia. En 1950 es invitado a Varsovia al Congreso de la Paz como vocero de Colombia. El discurso que lee le cuesta su beca. De ahí en adelante, su insaciable e incansable curiosidad por el hombre hace de él un asiduo viajero, recorriendo y viviendo en diferentes países de Europa.
La migración y la producción literaria de Palacios coinciden con un período de reivindicación de lo negroafricano y transafricano, a partir del despliegue del movimiento de la Négritude. Su compromiso y adhesión a este proyecto y a la defensa de la cultura negra en Colombia se manifiestan no sólo en su obra, sino también con su colaboración en la revista Presencia Africana, con su participación en la Sociedad Africana de Cultura, sus continuos viajes a su tierra natal y con la creación de una fundación de estudios sobre el Chocó en Bogotá, Colombia.
A partir de Las estrellas son negras, Palacios ha sido considerado como precursor de la novelística de reivindicación social, que surgiría con fuerza en los años sesenta, ya vinculada a fenómenos más concretos de violencia política. Su obra ha sido publicada por diferentes editoriales italianas, francesas y rusas. También ha recibido significativos premios y galardones en Colombia: Gran Caballero de la Cruz de Boyacá (1998), la Gran Orden del Ministerio de Cultura (1998), y el Guachupé de Oro de la Fundación Colombia Negra (2007).
Actualmente reside en Normandía, Francia, dedicando sus días y sus noches a la literatura y a la labor de la escritura.
Novelas 
Las estrellas son negras (1949), La selva y la lluvia (1958), Buscando mi madredios (1989, próxima a ser publicada en Colombia)
Cuentos 
Navidad de un niño negro (1973), El duende y la guitarra (inédito), Entre nos hermanos (1966)
Ensayos 
Recopilación de literatura oral del Chocó (inédito), Chocó: amargo panorama (inédito)
Artículos periodísticos y literarios 
En la revista Presencia Africana: La lusitanidad (comentario a la conferencia de Sedar Sengor), La Negritud en el Chocó, Aimé Césaire y los viajes, La literatura en la Guinea Española.
En Colombia ha publicado en: Periódico El Liberal, Semanario Sábado (1943-1949) Periódico El Siglo, Revista Cromos, Periódico El Tiempo, Revista Tesaurus del Instituto Caro y Cuervo.
En Europa: Normandie Magazine (Francia), Europe Magazine (Francia), Periódico O Seculo (Portugal), Periódico Les Lettres Francaises, Periódico La Tribune (Lausana, Suiza), Journal de Genève (Suiza).
Traducciones Mujer negra (poema del senegalés Leopoldo Sedar Sengor), Poesía popular rumana, Tres poetas polacos: Adam Mickiewicz, Slowacki, María Konopwnicka.

Aimé Césaire
Aimé Fernand David Césaire, escritor y político, nace el 26 de junio de 1913 en la localidad de Basse-Point, isla antillana de Martinica. Durante su estancia en París, funda con otros estudiantes procedentes de colonias francesas el periódico L´étudiant noir (El estudiante negro). Reflexionando acerca de su identidad y de su cultura, Léopold Sédar Senghor (poeta y padre de la independencia de Senegal), Léon-Gontran Damas (oriundo de Guyana) y Aimé Césaire, dan origen al concepto y movimiento conocido como négritude. Césaire dirá al respecto: “Negritud no es un regreso ni un monumento…..es un grito de rebelión contra cualquier forma de racismo y opresión, un salto doloroso y apasionado hacia la universalidad, un arma milagrosa”. Durante la Segunda Guerra Mundial, Césaire conoce al poeta francés André Breton, que inspirará su adhesión al movimiento surrealista y se convertirá en un gran amigo y divulgador de su obra. En 1948 publica Antología de la nueva poesía negra y malgache, prologada por Jean-Paul Sartre. Miembro del partido comunista y ferviente anticolonialista, Césaire apoya los procesos independentistas de las colonias francesas en África. En 1945 es elegido alcalde de Fort-de-France (capital de Martinica) y diputado a la Asamblea Nacional. En 1958 funda el Partido Progresista Martiniqués, apostándole a la reivindicación de la existencia de una comunidad martiniquesa autónoma. Decepcionado por el incumplimiento del gobierno para proporcionar mejores condiciones socioeconómicas en Martinica, Césaire se rehúsa a hablar en el parlamento desde inicios de los 60 y se abstiene de publicar poesía durante varios años. Aún así, su activismo se hace sentir en foros y acciones orientadas a contribuir al desarrollo del llamado Tercer Mundo, sobre todo en el campo de la promoción cultural de los sectores populares. Su Discurso sobre el colonialismo (1950) se incorpora en 1998 al currículo del bachillerato francés. Césaire fallece a sus 94 años el 17 de abril de 2008 en Fort-de- France, capital de Martinica.
Poesía 
Cuaderno de un regreso al país natal (1939), Las armas milagrosas (1946) Sol cuello cortado (1947), Cuerpo perdido (1950), Ferrements (1960), Catastro (1961) Yo, laminario (1982), La Poesía (1994).
Teatro 
Y los perros callaban (1958), La tragedia del rey Cristóbal (1963), Una temporada en el Congo (1966), Una Tempestad -adaptación de La tempestad de William Shakespeare- (1969).
Ensayos 
Esclavismo y colonización (1948), Discurso sobre el colonialismo (1950), Discurso sobre la negritud (1987).
Historia 
Toussaint Louverture, la revolución francesa y la problemática colonial. (1962).

lanzamiento libro en Feria del Libro del Pacífico

lanzamiento libro en Feria de Cali



En octubre también se vive el Año Obeso-Artel 2009

En octubre también se vive el Año Obeso-Artel 2009
07 de octubre de 2009
Durante el mes de octubre, el Año Obeso Artel 2009, organizado por el área de Literatura del Ministerio de Cultura, dará mucho que hablar. Con el apoyo de entidades educativas y culturales, se realizarán actividades en Cali, Cartagena y San Basilio de Palenque. 
En Cartagena
En la Universidad de Cartagena sigue abierta al público la exposición itinerante ‘Candelario Obeso: bogando en un río de letras’. También se expondrá en San Basilio de Palenque, durante el XXIV Festival de Tambores y Expresiones Culturales, del 9 al 12 de octubre.

En Cali
•    En la sede del municipio de Zarzal, de la Universidad del Valle, el público podrá disfrutar de otra muestra de la exposición itinerante ‘Candelario Obeso: bogando en un río de letras.     

•    A partir del 16 de octubre y con motivo de la Feria del Libro del Pacífico, la exposición se traslada a Cali, sede principal de la Universidad del Valle. 
  
•    Para la Feria del Libro del Pacífico, que programa la Universidad del Valle entre el  16 y el 26 de octubre, el área de Literatura del Ministerio de Cultura revivirá el espíritu de los poetas Candelario Obeso y  Jorge Artel con la Mesa de Literatura afrodescendiente: bogando en un río de letras. La cita es el martes 20 de octubre a las 5.30 de la tarde con los siguientes conferencistas:

Lázaro Valdelamar, (Universidad de Cartagena, Cartagena), Secundino el zapatero y la lucha por el reconocimiento de Candelario Obeso.
Álvaro Suescún, (Barranquilla), Jorge Artel, un galeote que cantaba en proa.
Alfredo Vanin Romero (Red Renata Buenaventura), Opulencia y despojo: un siglo de escritura en el Pacifico.

•    El 21 de octubre, durante la misma Feria del Libro del Pacífico, continuarán los eventos auspiciados por el Ministerio: a las 4 p.m., Alfonso Múnera presenta la conferencia central El papel de los afrocolombianos en la Independencia y en la construcción de nación.

A las 5 p.m. tendrá lugar el lanzamiento del proyecto emblemático del Ministerio de               Cultura : Una historia con futuro y  biblioteca de literatura  afrocolombiana.

A las 5:30 p.m. se le rendirá un Homenaje a Arnoldo Palacios. La presentación estará a cargo del reconocido escritor Roberto Burgos Cantor.


A las 6:30 p.m. se llevará a cabo el lanzamiento de la coedición Ministerio de Cultura-Universidad del Valle de la nueva obra de Arnoldo Palacios Buscando a mi madrededios. 

Para mayor información diríjase a
Grupo de Divulgación y Prensa del Ministerio de Cultura
Catalina Hoyos Vásquez – Jaime Acuña Lezama
Teléfonos: 3424100 Exts. 3147 – 3159 Bogotá
Celular 3015988079

lanzamiento libro Buscando mi madrededios en Cali

http://jorgeisaacs.univalle.edu.co/descarga/programacion_simposio.pdf


PROGRAMACIÓN SIMPOSIO INTERNACIONAL JORGE ISAACS 




Miércoles 21 de octubre

2:00 p.m. Jornadas de Literatura Narración y creación
Conversatorio con las y los escritores.
Coordina: Edgar Collazos

·         José Manuel Fajardo. España
·         Mercedes Castro. España
·         Roberto Burgos Cantor
·         Fernando Cruz Kronfly
·         Fabio Martínez
·         José Zuleta

4:00 p.m. Conferencia central: Alfonso Munera Cavadia, El papel de los afrocolombianos en la Independencia y en la construcción de nación.

5:00 p.m. Presentación del proyecto: Una Historia con Futuro y  Biblioteca de Literatura   Afro-colombiana. Ministerio de Cultura.

5:30 p.m. Homenaje a Arnoldo Palacios. Arnoldo Palacios, Presenta Roberto Burgos.

6:30 p.m.  Lanzamiento Libros
1                                Voces de la diferencia. Poesía /  Voces de la diferencia. Relatos. Escuela de Estudios Literarios. Presenta Julián Malatesta.
2                                Buscando mi madrededios, Arnoldo Palacios, Presenta Darío Henao

Libro Afro 2009 en Café Pacífico

reencuentro con Arnoldo Palacios en cali, mayo 2009

sábado, 17 de octubre de 2009

http://www.moulinande.com


Introduction

Classé Monument historique, le Moulin d'Andé fut probablement construit à la fin du XIIè siècle. Depuis 1962, il est le siège d'une Association Culturelle à vocation artistique et notamment musicale.
C'est un lieu de résidence pour les musiciens, écrivains, cinéastes, plasticiens, comédiens qui y trouvent les meilleures conditions de travail pour écrire, pour répéter, pour enregistrer, pour créer, pour s'y rencontrer.
Agrandi, aménagé au fil des années, le Moulin d'Andé a aujourd'hui la capacité et les infrastructures nécessaires pour accueillir des groupes plus importants : stages, réunions professionnelles, séminaires d'entreprise, laboratoires de recherche etc. Il accueille dans les meilleures conditions tous ceux qui ont besoin de se réunir en groupe dans un lieu particulièrement adapté au travail intellectuel, en journée d'études comme en séjour résidentiel.
Le Moulin offre également la possibilité d'organiser des réceptions privées telles que mariages, fêtes de familles, etc...
A travers son Centre des Ecritures Cinématographiques (le Céci), il développe depuis 1998 un programme permanent de soutien aux écritures de cinéma qui s'applique à défendre les démarches singulières, personnelles et novatrices.
C'est aussi un lieu que les groupes de touristes français ou étrangers peuvent découvrir à l'occasion d'un séjour culturel en Normandie. Non seulement découvrir le lieu, mais déjeuner ou dîner au Moulin, assister à un concert inscrit dans le programme ou organisé spécialement à leur intention.